viernes, 22 de abril de 2016

AÑOS MARAVILLOSOS EN LA ESCUELITA 20391




AÑOS MARAVILLOSOS EN LA ESCUELITA 20391

Escribe: Hernán Anaya Arce.

Era el año 1974 cuando por primera vez llegue al colegio 20391, después que mis padres buscaron la vacancia en diferentes instituciones de la época, sin conseguirlo, pero gracias a Dios mi destino se quedaría ahí.

Aún recuerdo como transcurrieron los primeros años en la escuelita y las horas que pasamos  sentados en la carpeta, frente a la pizarra deletreando las silabas del famoso Coquito, y mientras pasábamos los grados entre libros de lectura no podemos dejar de mencionar a nuestro inseparable compañero de trazos y garabatos el cuaderno borrador más conocido como el block donde también se escribía matemática, lenguaje, ciencias sociales, ciencias naturales, historia del Perú, cívica etc. mientras llegamos al sexto grado en el año 1979, época donde la escritura se convertía en un sueño, casi a los 10 años de mi vida podía escribir los primeros versos y expresar los acontecimientos y vivencias de ese entonces, de ese pedacito de hombre, sin saber que entraba al universo de las letras, de historias y sueños convertidos en poesía, he aquí uno de las primeras composiciones dedicado a mi Alma Mater:

"ESCUELITA 2O391" (1980) Recuerdo aquel colegio primario/ Donde todo era bello e inolvidable/ Ahora con el tiempo imperdonable/ Solo recuerdos tengo de él a diario/ Gracias maestros por la enseñanza/ Jorge Bravo De Rueda Querol presente/ Tus alumnos de hoy y el ausente/ Te rendimos homenaje con añoranza/ Cuanto daría por ver a mi promoción/ Todos juntos sería una gran emoción/ Sin ensayar cantaríamos una canción/ Siempre en mi mente estarás escuelita/ Y yo llevare ese número, 20391 donde/ Un día me guiaste como estrellita. (Con unos arreglos a posteriori por el cambio de nombre del colegio)


Es la cosa más importante que me ha podido pasar en la vida, hoy sentado en mi escritorio y frente a una computadora, puedo escribirlo, acompañado de unas imágenes que quedaran en el recuerdo, pasaron 36 años que egresamos de este emblemático colegio, no hay palabras para poder expresar los mágicos momentos que pasamos en sus aulas, que si bien es cierto, enriquecimos nuestras almas, nuestras vidas y de los magníficos profesores de vocación que tuvimos, como podemos traducir esta experiencia de esos años, ¡quien no se acuerda de la profesora Eufemia! De carácter estricto y a veces se le pasaba la mano, quien Chancayano no se acuerda de la clásica jalada de patilla o los reglazos en la palma de la mano (hoy solo se recuerda como una tradición). Años maravillosos donde en cada salón compartías carpeta con un compañero mayor, porque en ese tiempo era así.


¡Qué épocas! Para los que estamos en la base cuarenta o cincuenta, el recuerdo debe de estar latente como si fuera ayer, solo paso el tiempo pero el espacio donde transcurrió nuestra niñez aún está allí, las enseñanzas, los concejos, aquellas participaciones en los juegos deportivos, el clásico rival el 21008, encuentros que se realizaban en el campo deportivo de la rivera que era solo tierra y los jugadores se enterraban en el polvo, ni qué decir de la entusiasta barra que alentaba de los alrededores del campo, Indudablemente cada equipo tenía su jugador representativo, por el 20391 estaba Vílchez y por el 21008 estaba un arquerito de los buenos que le llamaban por su apelativo  “chupaca”

Sin lugar a dudas, ¡épocas gloriosas que nos tocó vivir! y hoy trastocan en lo más profundo de nuestra nostalgia abierta, como una melodía sinfónica que queda en el recuerdo para no olvidar, como un libro lleno de ocurrencias que afloran día a día y donde es posible contar entre amigos del lugar, en el lugar donde te encuentres, sea en el extranjero o en el boulevard de Chancay lo que nos tocó vivir. 

Hay muchas cosas que recordar, muchas cosas que rescatar del pasado estudiantil, épocas donde no habían esa facilidad de las redes sociales, eran épocas de biblioteca municipal o acudir a la casa de un amigo para prestarte un libro y poder desarrollar tus temas, épocas diferentes donde primaba la voluntad de superación, como la célebre frase de ALBERT EINSTEIN: "Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber", otro tema era la infraestructura escolar que no era al cien por ciento, pero el recurso humano superaba al actual, había esa vocación de enseñanza y calidad humana indiscutible, puedo mencionar algunos nombres, Apolinar Amado como director, el profesor Veliz, Manuel Pardo, Bertha Paredes Jiménez, María Ramos Bernal, Julio Cosquillo y la profesora Eufemia, luego la profesora Paula Justo y el director Guillermo Huando Uribe que calidad de docentes, podríamos decir un lujo dentro de la educación de esa época.

¡Quién no recuerda! los salones de madera o triplay acondicionados como aulas, ya que anteriormente era la estación del ferrocarril, las clásicas palmeras como símbolos, ¡cómo no recordar! el kiosco de la señora Doris, las galletas de animalitos y el caramelito de pera muy tradicional en esos tiempos, ¡quién no recuerda! antes de entrar al colegio le comprábamos ciruelas al señor Clemente Ramírez ubicado en la calle Benjamín Vizquerra ¡cómo no recordar! la tiendita de la señora Rosa Ramírez ubicado dentro del colegio donde se compraba la guayaba los nísperos y las golosinas. Algunos pasaban la hora jugando bolita en el patio o trompeándose por las figuritas, aún recuerdo a los amigos de ese entonces, Eloy Ugarte, los hermanos Papito y Challe, los hermanos Jarita, Jalaconcón, el gordo Mañuco, Chilongo qué tiempos aquellos, otros pichangueando en el inmenso campo que tenía el centro educativo donde a veces se salía el agua de la acequia, ¡quién no se acuerda! de La familia Villafuerte que por cuyo lindero pasaba el canal de regadío donde algunos mocosos jugaban con su barquito de papel, luego trepábamos la pared para continuar el recorrido que daba hasta la cruz del Benjamín. 

¡Quién no se acuerda! que a la hora del recreo nos íbamos a la chacra del señor joven, ¿Quién no subió a un árbol de guayaba de nísperos o ciruelas? ¿Quién no salto raudo para escapar cuando nos llovía las piedras? ¿Quién no subió a los arboles de mora que se encontraban en la entrada del barrio el paraíso? donde vivía nuestro compañero de promoción Juan José Plasencia que hoy lo recordamos con entusiasmo.

¿Quién no se acuerda de don Roque?
-Y los riquísimos dulces y alfajores
¿Quién no se acuerda de lonche lonche?
-A cincuenta el saco de cancha
 -Maní maní tu hermana para mí, ya me voy.


Hernán Anaya, Angel Burgos y Javier Estrada.
Otros eran más avezados y traviesos, se podría decir hiperactivos en toda la extensión de la palabra, hay mucho por recordar, algunos de ustedes al leer este artículo se sentirán identificados con esos memorables momentos, quien no se tiro la pera o se hizo la vaca por decir así. Hoy un cierto tono de nostalgia nos invade el alma, cuantos años pasaron ya, desde que dejamos la institución que de cariño llamábamos Escuelita, fue como nuestra segunda casa, dejamos parte de nuestro ser, nuestra juventud adolescente, infinidad de momentos y sentimientos que como compañeros de carpeta vivimos y compartimos durante seis años. Pedro Vazques el popular Paquirri, los hermanos Nario Vasquez, Checha y Pichiri, los hermanos León Alfaro Jacinto y Pedro, Alfonso Valencia, José Donayre, Javier Estrada Silva, Ángel Burgos, los hermanos Cruz, Julio Ormeño , los hermanos Cáceres, Rogelio Herrera, Fernando Vargas Machuca, Yuly Rebatta Dávalos, Juana León Carrión, Nelly Quijano, Luis Carlos Carrillo, Teresa Soto Inga por ese entonces su papá era director del Salazar Bondy. 

- Una de las tantas anécdotas que recuerdo, fue para el desfile de la semana de Chancay en el año 1979, cuyo objetivo era ganar el gallardete como siempre se acostumbraba, habíamos ensayado tanto en la banda y en la marcha, inclusive la prioridad era la congruencia en el sonido de las trompetas, a pesar que contábamos con instrumentos ya deteriorados o de mucho uso se podría decir, el ensayo estaba al mando del profesor veliz una persona identificado con la institución. Pero un 14 de diciembre algo inesperado sucedió en pleno desfile, llego un cargamento de tarolas y trompetas, sin titubear nos hicieron el cambio de instrumentos, imagínense, nunca habíamos practicado con un heraldo. Aún recuerdo a mi compañero Rolando Cruz que era el guía en los ensayos, hacer grandes esfuerzos para poder soplar la trompeta dando el inicio de la marcha, mientras la multitud aplaudía  y coreaba el nombre de la Escuelita, paradójicamente ese año ganamos el desfile escolar.

-Una anécdota más, como era costumbre los días lunes tocaba revisión de cuaderno, en ese entonces la profesora Paula Justo convoco a que los alumnos dejaran sus cuadernos de educación cívica en el pupitre ¡cuando de pronto pregunto! ¿Quién es Hernán Anaya? me pare de mi pupitre y dije yo profesora pensando en lo peor, ¿qué paso con el cuaderno? le conteste que no tenía, porque en ese entonces era de condición muy humilde que solo la tarea lo había desarrollado en un block, y me contesto; si así escribes en borrador como será en limpio felicitaciones alumno, época que marco mi vida y hoy siempre lo recuerdo.

Mi madre siempre me contaba que aprendí a leer a los cinco años, y las primeras cosas que escribí fueron canciones, sin saber que pasados los años mientras crecía y maduraba iba a plasmar estas líneas con anécdotas e historias que llenaron mi infancia de recuerdos y alegrías. Hoy quiero agradecer a Dios por la naturaleza que nos brinda y en el cual nos desarrollamos con ese don de la vida, gracias a todos los compañeros de la promoción 79-80  que por cosas del destino ambas secciones A Y B llevaron el mismo nombre de promoción "Miguel Grau" que compartimos carpeta y entregamos nuestros sueños que nos abrigo desde la niñez, hoy con el paso del tiempo y gracias a los buenos recuerdos nos convertimos en amigos incondicionales. De igual forma con el respeto y profundo sentimiento de gratitud a nuestros maestros que caminaron junto a nosotros guiando nuestros pasos e iluminando nuestro sendero con su sabiduría.

PROMOCIÓN 1979 - 1980 "MIGUEL GRAU"